viernes, 10 de febrero de 2012

De las cosas extrañas que nos pasan

Prepárense para que el escalofrío de la vergüenza ajena los invada, because it's bad, it's really bad.

1. Una vez fui a comprarle un regalo de cumpleaños a mi hermana y una señora viene y me apoya un piyama "Nena, sos igual que mi nieta, ¿esto te quedara bien?" y yo "Y, por ahí un talle más..." Termine probándome 3 piyamas hasta que nos decidimos por uno "bien canchero".

2. Una hermosa mañana de verano, me disponía a salir de mi edificio cuando una vecina me dice "No sabía que la moda era usarlas así". Cuando miro para atrás, tenia la pollera enganchada en la bombacha. Y no en cualquier bombacha, en la de la crisis, esa finiiita que usas en verano porque no tenes ganas de buscar otra, y es cómodas y fresquita. Para mantener la dignidad, le dije "Sí, se re usa así" y me fui en culo hasta que abrimos la puerta y la vi alejarse. Dignidad ante todo.

3. En una de mis primeras citas (y eso que ya era vieja), el susodicho me llevo en bondi a mi casa, pero me bajé sola porque él vivía más lejos que yo. Alguien tendría que entregarle un manual de las citas a uno, porque nadie me dijo que eso estaba mal, que lo tiró.

4. Una vez me dijeron "¿Vamos a un lugar más tranquilo?" y yo contesté "Bueno, dale" y le recomendé un bar en el que hacían tostados re buenos. Y nos comimos un tostado con licuado. Yes, eso fue todo.

5. Visitando a unos amigos de mi hermana que no conocía en la costa, estábamos pasando el rato leyendo revistas en voz alta. En una de esas leo bien fuerte un párrafo de una entrevista que (a mi entender) decía "Le encanta pasar tiempo con sus hijos: Lee, Osho y Bucay". Entonces riéndome digo "Boludaaa, mirá los nombres que le puso a sus hijos jajaja que taradaa" y mi hermana: "No, Lean, ahi dice que le encanta pasar tiempo con sus hijos y lee a Osho y a Bucay". Bueno, che, ¿no podía haber nombrado al primero en honor a Bruce Lee?"

6. Fui a ver vestidos de fiesta, y el tipo que me atiende me dice "Acá los hacemos a medida... Aunque para vos necesitaría más tela".

7. En mi primer viaje largo en auto con mi flamante "dorima", me quise hacer la canchera y le dije "No sabés los mates que preparo" (not), entonces me dio uno de esos mates tipo listos que son como un termito con bombilla. Lo limpio, le pongo el agua en su punto, todo regio, y se lo doy. Al rato de tomarlo me dice "Che, este mate tiene gusto a agua sucia". Era porque no le había puesto la yerba. Todavía se sigue riendo el malparido ese.

Y hay muchos más, pero los dejo para otro día, así los dejo con las ganas (?)

lunes, 6 de febrero de 2012

De la gente que me incomoda

Yo sé que no son malos, sé que no tienen la culpa de generar tanta incomodidad. De hecho, creo que todo se debe a que soy una inadaptada social, así que ahí van:

1. El que se ríe de un chiste por más tiempo del que resulta cómodo. Dale, yo me termine de reír hace como dos minutos y no sé qué hacer hasta que vos termines. Aparte, no era taan gracioso.

2. El compañero de trabajo que te pide algo y se queda al lado tuyo esperando ¡Ahora te lo mando, no me presiones!

3. La mina del local de ropa que entra al probador "¿Yyyy, como te quedo? Esperá, te lo pusiste mal, y eso va sin corpiño *bajando breteles del corpiño*"

4. La persona que hace una cola atrás tuyo en un organismo púbico y quiere quejarse de dicho organismo en voz alta al lado tuyo para que le respondas.

5. La gente que contesta en serio a todos mis chistes -Fernandito está estudiando muchísimo. -Ja! Segura de que está estudiando, porque ese es tremendo! -Sí, si, está estudiando, estoy segura. SEÑORA, YA SE, ESTABA JODIENDO NADA MÁS.

6. El extranjero que te encajan porque hablás ingles, pero que no tiene ganas de seguirte ninguna conversación, y por algún motivo extraño, te sentís responsable de su diversión en la reunión. -Y, ¿es la primera vez que venís a Buenos Aires? -Sí.   Querido, colaborame un poco, ambos sabemos que no me interesa si viniste a Buenos Aires o si te gustan las empanadas de carne cortada a cuchillo.

7. El que siempre tiene un problema mucho más grave que el tuyo y te hace quedar como una superficial de mierda -¿Cómo te va? Yo, acá, un poco mal porque no consigo trabajo. -Yo ando bien, aunque me demolieron la casa por error, justo me quedé sin obra social y me agarro un síndrome de estrés por tanto trabajar, ¿ah, te conté que me bajaron el sueldo? Y mi novio me cago con mi prima y estoy embarazada de él pero no se lo quiero decir, y descubrí que se me trabó la tele en Utilísima y lo único que hago es sentarme en la casa de mi prima a ver bricolage."


viernes, 3 de febrero de 2012

De por qué tener muchos hermanos está buenísimo



5 Motivos por los cuales nosotros, los de familias numerosas, debemos estar re chochos.

1. Tenés fuentes inagotables de ropa.  Además de la que te compran, te toca toda la ropa de tus hermanos mayores (del mismo sexo, o del sexo opuesto, acá no estamos para juzgar). Si sos el mayor de tus hermanos, podés jugarles malas pasadas a los menores comprándote camisetas con la cara de Francella.

2. Siempre hay alguien que está peor que vos. Si te mandaste una cagada, no temas! Seguramente algún hermano tuyo se mando una recontra peor. Sólo tenes que esperar el momento justo para contarla, así queda totalmente opacada. Por ejemplo: "Ma, derretí la sarten de hacer panqueques, pero Sole te uso el celular para llamar a su novio taiwanes"

3. Si no querés hacer algo, te podes esconder entre la multitud. Digamos que están haciendo cajas para mudarse, lo único que tenes que hacer es envolver un plato con diario, moverlo de un lado a otro y esperar a que el resto termine las cajas. Brillante.

4. Jugás mas juegos de mesa que nadie. Después de muchos años de vacaciones juntos, te convertís el Chuck Norris del Tabu, el Pictionary y obviamente, el poliladron.

5. Te dan sobrinos para malcriar y hacerles repetir palabras que dicen mal para reirte de ellos. "-¿De qué color es el sol? -¡Amashido!"

lunes, 30 de enero de 2012

De por qué los tipos son más felices que nosotras

¡No 5, sino 8 datos que te tiran la posta!





                                                  1. Arreglan todo con un par de piñas.












2. Comen como unos hijos de puta y no se mueren
del dolor de panza  como nosotras.










  3. Tienen permitido decir boludeces y hacer bromas de mal gusto todo el día, y en vez de ser llamados "pelotudos", se les dice "personajes"




4. Cagan felizmente cuando y donde quieren. Casi ni se constipan. De hecho, hablan libremente de lo que hicieron en el baño y hasta compiten con sus amigos.



5. Compran tan mal en el supermercado que no
te dejan otra opción que no mandarlos solos. Ever.

             







                6. Sus respuestas cortas evitan conflictos.
                                                                             









                                                      7. Se ríen de sus propios pedos. 






8. No se depilan los bigotes con cera.

miércoles, 11 de enero de 2012

De por qué la felicidad engorda

Después de un largo análisis de mi vida, he llegado a la conclusión de que ser feliz me engorda. No sé por que todos dicen que cuando estás deprimida te clavás un cuarto de helado y 4 paquetes de papas. Cuando estoy de mal humor, no tengo ganas de comer nada, pero cuando estoy contenta... I'll be damned.

Las ocasiones felices siempre llevan a picadas, cervecita, "picsas", y ahora, mi flamante y temible y hobby: Los cupcakes. Ah, y encima como estoy más vieja, descubrí que me gustan cosas como el vino cosecha tardía. Vino, lo único que me faltaba.

Osea dale, ponele que te encontrás a tu novio con Fort. Lo que menos se te ocurre es comerte una lasagna. Te vestís de ninja, entras a la casa y le robás todo el lubricante que encuentres, con eso aprende seguro. Y la lasagna te la comés para festejar lo mucho que le va a doler, lo cual nos hace volver a la teoría de que la comida es para para agasajar.

Puedo ir un paso más allá y decir que un claro ejemplo de mi teoría aplicada son las fiestas. Uno en navidad se come to-do-, pero mal. Las festividades están llenas de comfort food, "Mirá, la pavita que hace mi mamá", "No te podés perder los bocaditos de la tía fulanita, son una bomba". Deliciosas preparaciones que datan de nuestra niñez y cuyas recetas nuestros parientes nunca nos quieren entregar. Qué rico, genial.



Ahora imaginate lo mismo, pero en un velorio. "Cheee, me comi todo cuando estiró la pata tu tío" No da.
Chicas, ¿se acuerdan del día que me rajaron del trabajo? Me comí una suprema Maryland! Sigue sin dar.

La única excepción podría ser la comida del "F*ck this sh*t", que te hace romper la dieta el día en el que te enterás que hay un programa en la tele que te paga por nadar en la pileta, bailar desastrosamente y hablar mal de los demás. Ese día decís, se va todo a la mier... Me voy a starbucks y me pido la bebida con más crema que tengan. De esas que ya tienen tanto dulce que ni gusto a café tienen.

Chau, me voy a comer una picada que está mi hermana de visita. Oh, life...